Los detectores de gas se utilizan ampliamente en la industria y se pueden encontrar en lugares como plataformas petrolíferas, para monitorear procesos de fabricación y tecnologías emergentes como la fotovoltaica. Dentro de un proceso industrial encontramos la presencia de diferentes tipos y concentraciones de gases (tóxicos, inflamables y asfixiantes), con distintos niveles de peligrosidad para el medio ambiente y el ser humano. Además, también nos encontramos con la interferencia de numerosos agentes externos como la ventilación, la temperatura y la humedad, que afectan directamente al comportamiento y dirección de los gases y, en consecuencia, a la elección del detector.

El sistema de detección de gases monitorea el nivel de gases tóxicos e inflamables en un lugar determinado y envía la información a un ordenador integrado en el mismo, garantizando así una mayor seguridad de las personas y el medio ambiente involucrados en el proceso. Este sistema es de suma importancia y puede salvar innumerables vidas.